Donald Trump entre la gloria y el infierno.

El proceso electoral norteamericano continua con niveles de violencia que han llegado a enfrentamientos físicos en los eventos de Trump, la situación se ha vuelto delicada, y el discurso agresivo y retador del aspirante republicano mantiene los ánimos altos y la atención constante de literalmente todo el mundo. Queda claro que sin importar lo violento, irracional o absurdo que pueda ser el discurso de Trump. La gente, las masas lo siguen y lo aplauden. Y quedo más que claro en la primarias de este martes en que aplasto toda oposición posible, incluso de de quien tienes sus raíces y fuerza en el lugar, que es el hombre del momento.

    Al grado de que Marco Rubio decidió renunciar a sus aspiraciones presidenciales ante el apabullante avance de el Sr. Trump. 

   Hay que recordar quien es este sujeto tan complejo.

   Trump es uno de los hombres mas ricos del mundo. Incluido en las listas de la revista forbes. Pero no solo es un hombre rico. Es un empresario de vienes raíces y de programas de televisión y es un hombre espectáculo, el mismo esta acostumbrado a presentarse en medio del escándalo y el ruido a grado tal que ha logrado despertar las alarmas de mas de un jefe de estado.

   Pese a las fuertes criticas en su contra que van desde la simple ofensa irracional hasta la bien justificada critica con análisis serio, aun así no parece haber nada que pueda frenarlo. Trump toma mas fuerza con cada paso, con cada ataque, incluso con cada critica se fortalece mas.

   La pregunta es, ¿si Hillary y los demócratas tendrán la fuerza y la inteligencia para derrotarlo en su propio terreno? O ¿si podrán llevarlo a un medio en que sea posible refrenarlo?.

   De momento Donald Trump tiene muchas razones para celebrar. Y es que no solo se hizo de valiosos delegados, sino que se deshizo de uno de sus principales contrincantes al interior de su partido.

   Tomemos aire y esperemos por que Donald Trump sea mas, un hombre de éxito con buenos resultados, y menos, un tipo radical e irracional que solo se dedique a acabar con los enemigos  (reales o ficticios) de Estados Unidos de America.